Ir al contenido principal

Zoo o Cartas de NO amor de Viktor Shklovski

A Shklovski no lo buscaba. No lo conocía. Ni siquiera puedo decir que sabía que eso que me atrajo de él, su estilo, es lo que me atrae en general. Acotadas frases que envuelven grandes temas, dejan al lector libre en la organización del material. Acotadas frases cargadas de teoría, de aporte. De reflexión. De honestidad y transparecia. Eso fue lo que me enganchó.

Aquel chico de la Librería Norte fue quien propició el encuentro. Esta gente, y con esto hago un gran paréntesis, es la version contemporánea de la imagen que tenemos de los libreros. Estos chicos, con formas asceleradas para presentarse con las palabras, han desarrollado el ojo preciso para dar recomendaciones, acertadas, a un visitante no asiduo del lugar. Para aquellos que, como yo, no hemos desarrollado mayores vínculos de compromisos con lugares, gustos y vida, esta librería se presenta siempre como un lugar ajeno y agradable, del cual salir con sonrisa en boca y libro en mano.

A mi me pasa lo siguiente con los libros: Aparecen en el momento justo en el que debo leerlos. Se te plantan en la mirada. Te crean una obsesión. Una necesidad. Una especie de sentimiento, en el que no te sientes completo hasta leerlo y saber que está en ti. Porque alguna utilidad práctica va a tener.

Así apareció ZOO o Cartas de NO amor.

¿Conoces al autor? me preguntó el chico. Sí, recién empecé con Tercera fárica/Érase una vez -respondí-, ustedes me lo recomendaron. Aún no lo termino.
No importa -respondió él-. Este es uno de los libros más hermosos que podrás leer este año. Y aún estamos en enero.

Dicho esto, procedí a estampar mi firma debajo de su título interior. En rojo, mes y año. Olvido con facilidad.


Definida como novela espitolar (1293), ZOO o Cartas de NO amor, inicia aclarando que dentro de este género se necesita una motivación para que dos personas mantengan una correspondencia.

"Las cartas de amor no se escriben para el placer de uno mismo, de la misma manera que un verdadero amante no piensa en sí mismo cuando hace el amor."

Para Shklovski, en esta obra, el amor es lo que mantiene el vínculo. Amor, que por verdadero, no se puede concentrar y limitar sólo a eso. En vez, este amor convertido motivo se presenta atravesado por el contexto politico, por la Revolución, por la situación del autor como  inmigrante ruso en Alemania, por un amor no correspondido, por la necesidad de compartir desde tierras ajenas una descripción, por la necesidad de una respuesta. Por querer irse, por querer volver. Por la guerra, por la palabra, por los libros, los artistas, las obras. Por sus camaradas en el exilio y en casa. "La vida me tiene atrapado en tierra extranjera y hace de mí lo que quiere". (1924)

El prefacio a la tercera edición (1929) mostraba a un autor más introspectivo, que al mismo tiempo aclaraba una consciente separación entre el héroe y un "antiguo yo" ya abandonado. "Luego revisé este libro cuando aún era doloroso hacerlo. Pero hace mucho tiempo que se llevaron aquello que me arrancaron del corazón. Ese pasado solo me da pena: el hombre que existió en aquel entonces."

Shklovski, dejando a un lado la explicación de categorías de género, se mimetizó con el sentido de lo escrito, mostrando no sólo que el tiempo había pasado, sino también el producto maduro y cultivado de su redacción. "Vive, viejo amigo, porque yo no puedo revisarte más. "

En 1964 el autor, ya hecho transparencia, inicia el segundo prefacio a la cuarta edición:

"Tengo setenta años. Mi alma yace ante mí.
Tiene los bordes desgastados.
Un vez este libro la dobló. La volví a enderezar."


"Al hombre, por el contrario, le transforma su oficio" Sólo desde la letras y refiriéndose a ellas es que puede enfrentarse a la tarea de cultivar un amor sin mencionarlo, sin esperarlo a cambio.

En este sentido, para esbozar lo que fue esta lectura para mí, intentaré, a modo de expermento, transmitir mi impresión desde el subrayado. Tratando de concatenar mis ideas, pero sobre todo dejándolas abiertas y libres para su lectura. Siendo fiel al autor, a su estilo y motivación.

Shklovski menciona dos posibilidades de percibir el arte. La primera, como ventana al mundo. La segunda, y a la que viene a cuentas este texto, "...percibe el arte como un mundo de objetos que existen de forma independiente."  La obras, son el resultado de la combinación. De fragmentos. De interacción. Acá recuerdo siempre La soledad del lector de David Markson, otro post sera dedicado a él.

"Aquí, la historia de amor de un hombre hacia una mujer es el vínculo entre los acontecimientos y los actos separados."

---

Para 1923 Alia está en Alemania, segura de sí y de sus pretendientes. No da señal de preocupación, sólo extraña a Londres como su ciudad. Mentras que para el autor ella es su ciudad.
"Alia, perdóname mi amor triste. Dime ¿en qué idioma dirás tu última palabra?"

Ella es consciente de lo nuevo que tiene que aprender, de cómo tiene que enfrentar la novedad y la soledad. Hace una única solicitud al autor: "No me escribas más de amor."


"Tal vez tu amor sea grande, mas no es alegre.

Necesito libertad, ¡que nadie se atreva a exigirme nada! Y tú pides todo mi tiempo. Sé más ligero, o te hundirás en el amor".

"La vida nos pone a pruebas, intercambia a las personas como se combinan las prenda y se ríe cuando sentimos atracción por los que no nos aman."

"Y es fácil ser cruel, basta con no amar."

El autor, se sabe obligado a asumir la ligereza del asunto. A describir, a no hablar de amor.
"Las cartas se escriben para ser enviadas."


El autor se anima, se alegra y se hunde con cada respuesta.

"... en asuntos del amor no está bien acogerse a la ley del más fuerte.
AGUA: ¿Ni siquiera a la ley del amor más fuerte?
Zapatillas: No, ni siquiera a la ley del amor más fuerte.
¡Desde luego que no! Prohibido atormentarla con tu fuerza. Ella, que ni siquiera necesita la vida. Ella, mi Alia, adora bailar porque es una sombra del amor.
Puedes amar a Alia, pero no ames tanto tu amor por ella."

El autor sabe que le habla a una mujer ajena, sabe que no es ligero.

"Justo antes de colgar me dijo:
- Nosotros hoy vamos al teatro.
Puesto que nadie más que yo hablaba con ella en ese momento, me extrañé.
- ¿Nosotros, quienes? Yo no salgo, estoy enfermo.
- ¡No me has entendido! Nosotros, quiere decir "yo y otra persona".
En Rusia, nosotros es más fuerte."

Hace contraste con la historia del pintor ruso Ivan Puni, , quien no se fija en nadie, no ama a nadie, y se sabe desapegado. Sólo ama a sus cuadros. Su esposa, también ama sus cuadros. Los defiende, se inquieta. Comparte. Se aman, los une el amor.

---

Alia dice en alguna carta: "Un montón de libros que podría leer pero no leo; el teléfono, por el que podría hablar pero no hablo; el piano, que podría tocar pero no toco; la gente con la que podría quedarme pero con la que no me quedo, y tú, a quien debería amar pero no amo.

Y sin embargo, cuánto lloraría, querido mío, sin los libros, las flores, el piano, y sin ti."


El tiempo ha pasado, el otoño se convirtió en primavera. "... la constatación crítica de que 'el tiempo pasa' y las infidelidades ocurren, ya lo había tratado Bocaccio."

"Los besos renuevan los labios.

A mí, mientras tanto, de todas las contradicciones me aflije especialmente que a medida que los labios se renuevan, el corazón se desgasta, y junto a él perdemos todo lo que se ha olvidado, sin la esperanza de recordarlo jamás."

Una pena corta y sin base lamenta al autor. Supongo que es eso lo que más duele. La pena lo visita, se sienta y comparte sin más. No es tan suya esa pena. Quizás ni siquiera tiene por qué existir. Y he ahí lo peor.

"¿Para qué necesitas ser justa si en cualquier momento puedes decirme: 'No te he pedido que me amaras' y apartarme de tu lado.

No te sorprendas si grito aun cuando no me estés haciendo daño".


"Los finales trágicos, o por  lo menos un corazón roto, son inevitables en una novela epistolar."
---

Tenía razón el chico de Libería Norte, es uno de los libros más hermosos que he encontrado este año.















Comentarios

  1. Hermoso Gabito. Quiero leerlo.
    A ver si lo consigo aquí.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que lindo leerte por acá! Es una belleza! si no, en cuanto pueda te lo paso.
      Mil besos para ti!
      G.

      Eliminar

Publicar un comentario

La utopía es la interacción, hazla posible.

Entradas populares de este blog

Acerca del texto publicado por John Manuel Silva Burgueses & Bohemios: La ciudad que no existe

Para Roland Barthes la actividad crítica no tiene su razón de ser en el acto de descubrir verdades, sino en establecer relaciones entre el objeto analizado y la producción crítica misma. Es decir, la crítica como metadiscurso al fin no debería posicionarse como discurso reactivo a las actividades que busca decodificar sino como medio y forma de aproximación. En este sentido, a pesar de que cualquiera que escriba, más en esta época con la diversidad de formatos que la caracteriza, puede hacerlo como mejor considere. Creo que la coherencia y el posicionamiento argumentativo a la hora de arriesgarse en este oficio son fundamentales. Digo esto ya que surgió en mi muro de noticias una nota que muchos han comentado como material para “pensar” o “crítica pura y dura”, y esto más allá de hacerme “reflexionar sobre el estado cultural venezolano” se convirtió en detonante para reflexionar, de forma activa con este texto, sobre el estado y la forma de llevar la crítica, en particular de est...

Aproximación curatorial de la participación de Venezuela en la XIV Bienal de Arquitectura de Buenos Aires 2013

Desde el 21 de septiembre y hasta el 20 de octubre la ciudad de Buenos Aires recibe, en los espacios del Centro Cultura Recoleta, un abanico de muestras nacionales e internacionales de arquitectura, urbanismo, diseño y arte. En este sentido, la oportunidad de ver y contrastar los dispositivos de presentación no sólo genera un lugar para el acercamiento hacia la actualidad de estas disciplinas, sino que también permiten tener contacto con aquellas formas de exhibición que complementan los discursos de presentación de cada uno de los envíos.  Bien es sabido que la práctica de la curaduría ha venido ganando espacios e importancia como fundamento de generación discursiva. Sin embargo, al pasear a lo largo del muro panorámico que aloja el envío venezolano para esta bienal, mucho deja para reflexionar. Entre otras cosas, cómo es considerada esta práctica en Venezuela en cuanto configuración que aporta sentido y apoyo conceptual para lo que se pretende mostrar. Y es que no creo que ...