Para Roland Barthes la actividad crítica no tiene su razón de ser en el acto de descubrir verdades, sino en establecer relaciones entre el objeto analizado y la producción crítica misma. Es decir, la crítica como metadiscurso al fin no debería posicionarse como discurso reactivo a las actividades que busca decodificar sino como medio y forma de aproximación. En este sentido, a pesar de que cualquiera que escriba, más en esta época con la diversidad de formatos que la caracteriza, puede hacerlo como mejor considere. Creo que la coherencia y el posicionamiento argumentativo a la hora de arriesgarse en este oficio son fundamentales. Digo esto ya que surgió en mi muro de noticias una nota que muchos han comentado como material para “pensar” o “crítica pura y dura”, y esto más allá de hacerme “reflexionar sobre el estado cultural venezolano” se convirtió en detonante para reflexionar, de forma activa con este texto, sobre el estado y la forma de llevar la crítica, en particular de est
es un espacio de reflexión, de crítica y producción de textos con contenidos acerca del arte contemporáneo. Busca ser una bitácora que de cuenta de un recorrido físico, mental y espiritual -en la medida en que se pueda- por las diversas manifestaciones que ocurran en el entorno de esta autora. Lo único que persigue con esto es mejorar, a través de la práctica, los metadiscursos acerca del arte y de las producciones artísticas, que en este espacio-tiempo se generen.